1 Corintios 11, 1-12
"Sigan mi ejemplo, como yo sigo el de Cristo. Les alabo porque me son fieles en todo y conservan las tradiciones tal como yo se las he transmitido. Pero quiero recordarles que la cabeza de todo varón es Cristo, y la cabeza de la mujer es el varón, y la cabeza de Cristo es Dios. Si un varón ora o profetiza con la cabeza cubierta, deshonra su cabeza. En cambio, la mujer que ora o profetiza con la cabeza descubierta falta al respeto a su cabeza; sería igual si se cortase el pelo al rape. ¿No quiere cubrirse el pelo? Que se lo corte al rape. ¿Qué le da vergüenza andar con el pelo cortado al rape? Pues que se ponga el velo. El varón no debe cubrirse la cabeza porque es imagen y reflejo de Dios, mientras que la mujer es reflejo del hombre. El varón no procede de la mujer, sino la mujer del varón; tampoco fue creado el varón con miras a la mujer, sino la mujer con miras al varón. La mujer, pues, debe llevar sobre la cabeza el signo de su dependencia; de lo contrario, ¿qué pensarían los ángeles? Bien es verdad que en el Señor ya no se puede hablar del varón sin la mujer, ni de la mujer sin el varón, pues si Dios ha formado a la mujer del varón, éste a su vez nace de la mujer, y ambos vienen de Dios."
Reflexión. –
Han pasado ya 24 días, y estamos a solo 7 de terminar este reto. Tal vez te has preguntado, y ahora ¿Qué? ¿Qué cambio en mí? ¿Realmente soy diferente? La lucha por ser un mejor hombre o acercarte más día a día, no es un cambio que se dé de la noche a la mañana o algo que se consiga una vez y ya esté cumplido para siempre. Es una lucha constante por acercarte a ser el hombre que Dios ideó en su plan original y que requiere de la voluntad del mismo para llevarlo a cabo, porque Dios NUNCA violentará tu libertad.
Por ello, si no sabes por donde empezar, y parece muy lejano poder parecerte a Dios, entonces sigue a San Pablo, gran ejemplo de santidad masculina, el mismo lo díce en la primera línea: “Imitadme a mí” o “Sigan mi ejemplo, como yo sigo el de Cristo”, es decir, si te pareces a el, es un paso intermedio para acercarte más a parecerte a Cristo, modelo perfecto de masculinidad.
Es muy importante esta lectura porque da la clave para convertirte en un verdadero hombre, es muy claro diciendo que la cabeza de todo hombre es Cristo, el varón es imagen y reflejo de Dios mismo y por tanto debe por medio de su voluntad, buscar todos los medios parecerse a Él.
Es importante que no saquemos el contexto histórico de las referencias que da de la mujer, de ninguna manera resta valor a la mujer ni la hace inferior, y lo que aquí leemos, es en un sentido más cultural por las tradiciones de la época. Recordemos que la mujer es igual al hombre en dignidad, aunque no en rol, ni en responsabilidad. Y lo vemos al final de la lectura de hoy, donde afirma que varón y mujer se complementan, ninguno está por encima del otro.
Ora y pide a San Pablo que te guíe estos días, que te ayude a imitarle a él, para poder aspirar a parecerte a Nuestro Rey y Señor Jesucristo. Pide la gracia para que estos días, como a él, terminen de caer estas escamas de los ojos, y puedas ver lo que el te pide como hombre, en los tiempos tan complejos en los que vivimos.
Oración que habitualmente reza el papa Francisco a San José (lo relata en Patris corde)
«Glorioso patriarca san José, cuyo poder sabe hacer posibles las cosas imposibles, ven en mi ayuda en estos momentos de angustia y dificultad. Toma bajo tu protección las situaciones tan graves y difíciles que te confío, para que tengan una buena solución. Mi amado Padre, toda mi confianza está puesta en ti. Que no se diga que te haya invocado en vano y, como puedes hacer todo con Jesús y María, muéstrame que tu bondad es tan grande como tu poder. Amén».